domingo, 29 de noviembre de 2015

Tarea para quienes no pudieron asistir el 27 N (y quien quera)

En cursos anteriores, en esta segunda sesión presencial del curso contamos con la participación de Helena Matute, catedrática de psicología experimental de la universidad de Deusto,  una gran científica y comunicadora. Disponemos de la grabación de una de esas sesiones.

Lo que os pido a los que no pudisteis venir el día 27, y también a quien tenga interés por el tema (¡la conferencia es realmente chula!), es que veáis el vídeo y escribáis una entrada en vuestro blog (la T5 sería) con lo que más os llame la atención.

Tras el vídeo hay un párrafo que sería mi tarea, lo que a mi me apasiona del mensaje de Helena, y que encaja perfectamente con el tema que estamos cerrando en el curso. A ver que os llama la atención a vosotros.


La tesis fundamental es que nuestro sistema (personal) de conocer la realidad, el sistema nervioso central (con sus elementos sensores y procesadores de información), no está bien adaptado para generar un conocimiento fidedigno de la realidad, sino uno operativo útil para la supervivencia. Estas dos características coinciden en ocasiones, pero en otras muchas no. Es fácil engañar la percepción, la atención, la memoria, el razonamiento... todo. Por tanto, si buscamos un conocimiento de la realidad de validez intersubjetiva, y que la describa con la mayor precisión posible (valgan estas características como aproximación a "conocimiento científico"), necesitamos metodologías que se superpongan a esos engaños o sesgos cognitivos. Esas metodologías constituirían "el método científico"(1). Esas metodologías incluyen la toma de conciencia de la fragilidad de nuestra cognición y el máximo rigor en la evitación de fallos, principios que se traducen en reglas como: registrar todo lo que ocurre (tomar nota o incluso grabar en audio o vídeo los experimentos), contar los casos, medir con precisión los resultados, etc.


(1) Cuando en el párrafo apareció el término "método científico" está entre comillas, denotando la necesidad de precisar el término. Se tiende a pensar en "El Método Científico" como un conjunto de reglas cuya aplicación rigurosa genera "Conocimiento Científico", mientras que errores y falacias en su uso dan lugar a conocimientos falsos, pseudociencias y otros tipos de "errores". En realidad no existen tales términos con mayúscula, ni Método, ni Conocimiento. La filosofía de la ciencia ha dejado claro que no hay fronteras nítidas ni métodos universales e infalibles. Cosa que no invalida que haya metodologías mejores que otras para conseguir conocimientos más científicos (de carácter general, intersubjetivos, reproducibles, válidos).

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